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Para preparar un rica Ternera guisada a la asturiana, lo primero es hacer una buena farsa, es decir, una buena base de verduras para nuestro plato. Picamos una cebolla grande en dados, ni pequeños ni grandes. Echamos Aceite de Oliva Virgen en una sartén y ponemos la cebolla a pochar a fuego medio. Sabremos que está lista cuando tenga un tono marrón y esté empezando a caramelizarse. Mientras tanto, picamos medio pimiento verde y medio pimiento rojo en dados, si son pequeños picaremos uno entero de cada tipo. Cuando la cebolla esté lista la reservamos en un plato, quitándole todo el aceite. Acto seguido, volvemos a poner la sartén al fuego y pochamos el pimiento rojo y el pimiento verde.

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Cuando las verduras estén listas las reservamos, quitándoles la mayor cantidad de aceite posible. Con el Aceite de Oliva sobrante, y añadiendo un poco más si es necesario, sellamos la carne de ternera. No le echaremos sal, ni pimienta antes de sellarla, ya que eso haría que la carne perdiese todo el juego, es mejor salpimentar al gusto una vez frita. Mientras la carne se sella, picamos zanahoria en rodajas finas, para añadirla luego durante la cocción.

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En el momento en que tengamos todo a punto, preparamos la olla express y echamos la carne con el aceite de freír, las verduras pochadas, la zanahoria cortada en rodajas finas, un vaso de vino blanco o tinto, al gusto, y agua hasta cubrir someramente la carne. Una vez mezclados todos los ingredientes, ponemos el fuego bajo para que vaya cogiendo temperatura, removemos y si es necesario añadimos una pizca de sal. Después cerramos la olla y ponemos el fuego al máximo. Cuando la olla haya alcanzado la máxima presión, recordemos que cada olla express es un mundo, bajamos a fuego medio y dejamos cocer durante cinco o seis minutos. Durante ese tiempo, picamos unas patatas en dados para el acompañamiento. Si alguien lo prefiere también puede preparar una buena ensalada.

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Una vez transcurrido el tiempo de cocción, retiramos del fuego y dejamos que la olla pierda presión. Cuando la podamos abrir, probaremos la salsa y corregiremos  si es necesario la cantidad de sal. Acto seguido y sólo si vemos que la cantidad de agua ha siso excesiva, podemos poner  la salsa a reducir. Cuando tengamos todo listo ponemos las patatas a freír y una vez fritas, servimos la comida en dos fuentes y a disfrutar.