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Para empezar a preparar nuestro, fácil pero sabroso y sorprendente, entrante de dátiles con bacon, lo primero que debemos hacer es deshuesar los dátiles con un cuchillo, abriéndolos en forma de libro. Este sencillo gesto evitará que nuestros invitados y familiares encuentren la desagradable pepita al degustar nuestro fantástico plato. Una vez deshuesados, colocamos en su interior una almendra entera que simulará la pepita y dará la sensación de producto natural, al mismo tiempo que proporcionara un toque de sabor que enriquecerá nuestro resultado final.

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A continuación, sobre un plato o fuente extendemos las lonchas de bacon. Acto seguido enrollamos los dátiles rellenos con las rajas de bacon, colocando un dátil por loncha. No debe importarnos el numero de vueltas que le demos, porque luego aseguraremos cada paquetito con un palillo. Este palillo nos permitirá, a la ora de comer, que podamos coger los dátiles sin pringarnos los dedos.

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Cuando ya tengamos todos los dátiles envueltos en bacon. Ponemos una sartén al fuego con una cucharadita de Aceite de Oliva Virgen, a fuego medio-alto. Cuando este bien caliente, pondremos los dátiles en la sartén, sin apretarlos demasiado, porque lo que queremos conseguir es que el bacon esté crujiente y el dátil asado no cocido. Sólo añadiremos aceite si fuese estrictamente necesario, de lo contrario con la grasa que suelta el bacon es suficiente. Si en algún momento vemos que el aceite está demasiado usado, podemos repetir este sencillo paso tantas veces como sea necesario.

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Por último, reservamos los dátiles ya fritos, en un plato con una hoja de papel de cocina para que este empape la grasa y el aceite sobrante. Después, emplatamos los dátiles y ya están listos para servir. Como truco final podemos colocar los dátiles en una fuente y espolvorear por encima las almendras sobrantes, esto dará un toque original a nuestra presentación.