1

Salpimentamos los solomillos al gusto. A continuación, cortamos cada solomillo por la mitad, de manera que resulten dos piezas de cada uno. Colocamos una sartén de fondo grueso con un poco de aceite de oliva sobre el fuego y, cuando esté muy caliente, ponemos todas las piezas de carne en la sartén. Dejamos que se hagan unos cuatro minutos. A continuación, les damos la vuelta y concedemos otros tres minutos de sellado.

2

Mientras tanto, en otra sartén echamos las setas silvestres y se saltean con un poco de ajo picado y perejil. Cuando se empiezan a tostar, se riegan con una copa de vino tinto. Dejamos unos minutos a fuego lento.

3

En una fuente para el horno, ponemos el salteado de setas con la salsa. Colocamos dos filetes de solomillo sobre el salteado de setas. Colocamos encima de la pieza de cada solomillo, una rodaja de queso de cabra. Por último, situamos encima del queso la segunda pieza de solomillo restante. Horneamos durante 6 minutos a 180º.

4

Retiramos del horno y tenemos el plato listo para servir. Recomendamos acompañar con patatas fritas cortadas en medallón y con pimientos del padrón.